La música está en todas partes: es la matemática que se expresa en vibraciones audibles; son las frases consensuadas y por eso nunca requieren explicación. Cuando no hay consenso, la música resulta en ruido (aunque aún el ruido es aquella música que hemos desechado).
Este corto es sobre la frustración que representa la búsqueda de la perfección como si todo se redujera a ese punto culminante de la vida que siempre es la muerte. Es un intento de lírica en medio de uns tendencia audiovisual en que pareciera que no hay relato sin violencia o al menos sin algo de suceso alborotador.
Siempre mido el pulso de la clase y procuro un proceso sin castraciones. siempre es interesante ver por donde se conducen las aguas una vez que se despierta una idea. Ese concilio expresa un contenido y eventualmente una paradoja.
El contenido es el pequeño mundo de ambiciones, expectativas y conocimiento que se van aportando a favor de un sólo discurso como es la determinación de un tema y el desarrollo de una idea en una forma más abarcadora llamada sinopsis.
La paradoja es que ese contenido expresa también la manera en que algunos miembros del grupo adoptan las condiciones discursivas de otros a favor de un consenso.
Por eso paradojas y contenidos son la eclosión que proviene desde un punto humano individual: la decisión. Cada curso genera sus propias dinámicas y dibuja sus sinuosos crucigramas a los que uno como facilitador procura algo de coherencia y consistencia (un par de conceptos que sirven de balde para cualquier contenido). En realidad disfruto eso porque a final de cuentas -como todo lo que tiene que ver con el arte- es otra forma de componer, de hacer una música (una estructura) visual.
Y, si las cosas salen como esperamos, nos preguntaremos que aspecto sirvió de pretexto al otro: la música a la trama o viceversa. También eso forma parte del experimento, de la experiencia proporcionada.
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